TERCA NECEDAD
Mil veces tu sonrisa acarició mis labios, mil veces creí en ti. ¿Cómo dudar de tu aliento
que con dulzura me ahogaba? Mil veces creí en ti.
De tu sonrisa guardo el recuerdo, de tu aliento un vago aroma de amor. No
dudo: creo en ti.
Terca necedad de un abandonado: Mil veces más creería en ti.