MI PRIMER AMOR
Bien: Esta es la triste y
terrible historia del cándido narrador y su vida desalmada.
Allá, en mis años mozos, sucedió que me sentí enamorado y me creí correspondido. Era una niña encantadora. Su rostro
ovalado, la mirada triste, la sonrisa tenue, las mejillas sonrojadas; su pelo, muy negro, caía a media espalda; vestía blusas
que le cubrían recatadamente desde el nacimiento del cuello y faldas que caían hasta los tobillos. Hablaba poco, sonreía mucho,
y me sentía tan bien a su lado.
Yo era joven e inexperto, ella era mi primer amor.
¿Su nombre? Eva. No podía ser otro. Ella fue la primera mujer. Éramos un buen par de amigos, los mejores. Todo
mundo nos ligaba como pareja. Sólo faltaba una declaración para formalizar nuestro noviazgo. Me armé de valor, había que vencer
toda posibilidad de timidez, busqué el momento más romántico y, cuando le pedí el sí, ella respondió que no.
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