A VECES PIENSO EN
TI
A veces pienso en ti, no siempre ni en todo lugar porque las vivencias
son infinitas. Pero tú estás aquí, junto a mis recuerdos; consuelas mis tristezas, das impulso a un tímido esfuerzo, apoyas
mis decisiones, motivas y te dejas contagiar por alguna alegría.
A veces te acompaño, sin que lo sepa nadie, sin que lo sepas tú. Claro que no me ves. Cambio de posición el lápiz que
dejaste sobre el escritorio, acomodo en otro orden los libros que sueles leer o jugueteo con tu cabello. No es el viento,
ni fantasmas, ni un descuido de tu parte. Soy yo, hasta que alguien, muy lejos de ti, me llama la atención y salgo de mi ensimismamiento. A veces te olvido, no recuerdo quién eres, dónde
estás o si en verdad existes. Vivo sin saber de ti, hago una y mil cosas distintas y vivo a pesar de los pesares. De pronto,
todo cambia, llegas y te necesito. En verdad, no entiendo cómo se puede vivir sin aire, sin agua o sin ti.
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